Sí, la preocupación, el estrés y los nervios acerca de la duda de haber adquirido una enfermedad de transmisión sexual o no, pueden llevarte a presentar trastornos psicológicos de ansiedad así como a presentar síntomas orgánicos como los mencionados: sudoración, alteraciones del sueño y de la respiración entre otros, por lo cual te aconsejo que acudas inicialmente al psicólogo para que sea valorándote y definiendo el manejo de tu ansiedad, pero también que asistas a valoración con tu médico de confianza para que si es posible te ordene exámenes para detección de infecciones de transmisión sexual, descartar dentro de ellas el vih y quedes más tranquilo.
-No olvides siempre usar protección con preservativo para todo tipo de relación sexual y para disminuir el riesgo de infecciones de transmisión sexual.