¿La pereza recurrente en los infantes puede tener origen orgánico?, ¿Puede ser producto de enfermedad o deficiencia?

En algunos casos sí. La pereza puede explicarse a partir de aspectos psicológicos como falta de motivación, problemas para relacionarse con los demás, depresión, timidez o tristeza, así también por trastornos del organismo, como agotamiento físico, anemia, mala alimentación, obesidad o desnutrición.

Dependiendo cual sea la causa, se pueden buscar alternativas para manejarla a través del abordaje psicológico o en otros casos se requieren estudios clínicos que busquen causas orgánicas, que expliquen el comportamiento en el infante.

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