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Si, es normal.
Cuando estás acostada y te levantas súbitamente, tu cuerpo debe hacer ajustes rápidos para que a pesar del cambio de posición y del efecto de la gravedad, la sangre continúe llegando a los órganos vitales, y especialmente a tu cerebro. Esa es la razón por la cual después del cambio de posición, puedes sentirte por segundos un poco mareada, y sentir como se acelera el pulso. Para evitar esta sensación tan marcada, o incluso el mareo y la visión borrosa, se aconseja cuando estés acostada y desees pararte, pasar a la posición sentada antes, y quedarte así unos segundos, esto permitirá que los ajustes que haga tu cuerpo sean paulatinos y los síntomas sean menores.
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