La vascularización se refiere a la presencia de vasos sanguíneos, lo cual suele ser normal en los tejidos vivos, en el caso de los nódulos tiroideos, la vascularización periférica no es un signo de peligro o cáncer. Asimismo, la ausencia de adenopatías, la persistencia en el tiempo de un tamaño constante o de poco crecimiento, también son signos de benignidad.
En su caso, el seguimiento sólo ha demostrado algo de actividad celular sin hallazgos considerados peligrosos o anormales. El riesgo de cáncer de un nódulo tiroideo solitario puede ser menor del 10% y al encontrarse cambios benignos en la citología, como en el suyo, el riesgo puede disminuir a menos de 1%.
No debe preocuparse, los hallazgos actuales no hablan de cáncer. Por el momento debe continuar con evaluaciones periódicas, si el nódulo crece, genera molestias o ansiedad importante; puede dialogar con su médico la posibilidad de resección.