Las características que describe no sugieren un dolor de origen cardíaco, por el contrario, su presencia reproducible con la palpación sugieren un posible componente osteomuscular como una osteocondritis, un espasmo muscular, una neuritis intercostal o incluso manifestaciones de ansiedad.
Debido a la cronicidad que refiere, sería recomendable que el manejo de este involucre acompañamiento por psicología, convivir con dolor no es una situación sencilla y puede afectar su bienestar físico y mental, del mismo modo, si se encuentran factores desencadenantes podrán ser manejados en consulta.
Puede optar por medidas locales como alternar frío y calor y en momentos de dolor intenso emplear analgésicos de venta libre.
Estas molestias no son sugestivas de un proceso de gravedad o mayor peligro. Manténgase igualmente en control médico para manejo de enfermedades asociadas.