Sin poder observar las lesiones y conocer la historia clínica, es muy difícil establecer un diagnóstico y un tratamiento. Por el momento, recordar que la hidratación de la piel es el pilar del tratamiento, evitar cremas perfumadas, usar ropa cómoda, holgada, evitar telas como lana o paño, tomar baños cortos con agua tibia y jabón suave, evitar comidas irritantes como embutidos, grasas, salsas que pueden aumentar las lesiones en la piel.