Las vacunas se han producido para evitar infecciones que pueden ser mortales en algunos casos. Gracias a las vacunas se han erradicado muchas enfermedades como el Polio y el Cólera. En los primeros días y meses de edad, el sistema inmunológico de los bebés no está desarrollado, por lo tanto, corren el mayor riesgo frente a ciertas infecciones como Tos Ferina, Varicela, Neumonía, Meningitis, Polio, que pueden llevar a la muerte o a alteraciones nerviosas como retraso mental, epilepsias, parálisis cerebral, entre otras. Por lo tanto, es importante seguir muy juiciosamente el programa de vacunas del bebé.