Para confirmar fiebre siempre es necesario medir la temperatura con un termómetro. Sin embargo, existen datos clínicos indirectos de incremento de la temperatura corporal:
- Sed y aumento de ingesta de líquidos. Los niños y ancianos son más susceptibles de sufrir deshidratación ante episodios de fiebre.
- Dolor de cabeza
- Taquicardia (incremento de la frecuencia cardiaca por encima de 90 latidos por minuto)
- Escalofríos
- Palpitaciones (percepción consciente de los latidos del corazón)
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