En los niños pequeños es frecuente que se presenten eventos respiratorios agudos de diversa índole, especialmente gripales virales. A eso hay que sumarle efectos ambientales como bajas temperaturas y exposición a polución ambiental. Ahora cuando un episodio respiratorio se prolonga más de 15 días hay que investigar mejor qué puede ser ya que se podría estar dejando pasar una bronquitis, una bronquiolitis o inclusive una bronconeumonía si no se le presta la atención debida o hasta un comienzo de asma. Debe ser bien evaluada esa menor por un pediatra.