Los bebés se pueden irritar por múltiples causas. Debe ver que no sea hambre ni falta de cambio de panal ni que tenga un gas que no haya sido expulsado. Si todo está normal y aún persiste irritable, no come bien, se ve mal, presenta fiebre, diarrea, cambios en la orina, se toca mucho los oídos o que ve algo está pasando fuera de lo normal lo aconsejable es que acuda a valoración médica pronta por precaución.