Una persona con vih puede vivir con un perro como mascota

Sí, una persona con diagnóstico de VIH puede tener mascota, así que no debe deshacerse de ella (si la tiene) o abstenerse de adoptarla o comprarla, puesto que no existe evidencia de que el virus se propague a los perros, gatos, aves u otras mascotas; y, aunque los riesgos son bajos, la persona contagiada sí puede contraer una infección de su mascota u otros animales, sin embargo, se recomienda tomar unas precauciones simples para evitar esto, como mantener vacunada y desparasitada a la mascota, limpia y organizada, evitar que beba agua del inodoro, lavarse las manos después de tocarla, evitar tocar animales enfermos.

Algunos profesionales de la salud indican que la compañía de un animal de compañía ayuda anímicamente (en el aspecto psicológico) a la persona, disminuyendo la incidencia de depresión y la sensación de soledad.

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