La aplicación de frió en la piel genera vasoconstricción local (osea genera que los vasos sanguíneos se contraigan) lo que disminuye los rojeces de la piel, cierra los poros y disminuye la secreción sebacea (lo que disminuye la sensación de piel grasa). No se recomienda aplicar hielo directo en el rostro, ya que puede generar abrasiones, quemaduras por frío o irritación local. Si se recomienda lavar el rostro con agua fría.
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