La morfea o esclerodermia localizada, es una enfermedad caracterizada por el engrosamiento y endurecimiento de la piel, que puede aparecer tanto en adultos como en jóvenes. La morfea empieza como placas eritematosas (enrojecidas) de color carne que se esclerosan, con hipopigmentación central (centro más claro) y con borde eritematoso. En la mayor parte de los casos, los pacientes tienen una o más lesiones y la enfermedad recibe el nombre de morfea circunscrita o localizada. En algunas personas se observan lesiones cutáneas extensas, que reciben el nombre de morfea generalizada. Muchos adultos con morfea generalizada padecen de manera simultánea de otras enfermedades reumáticas y autoinmunitarias, como el fenómeno de Raynaud. Las lesiones pueden empezar en manos, pies y cara. Cuando las lesiones empiezan por los dedos (esclerodactilia) puede haber resorción del hueso de las puntas de los dedos, y esto disminuye la longitud de estos, pudiendo dar apariencia de "salchicha", y las uñas pueden curvarse sobre las puntas de los dedos. En casos avanzados pueden haber contracturas cutáneas severas.
Una persona con esta enfermedad puede presentar:
Recuerda que aunque tengas uno o más de estos síntomas, debes confirmar el diagnóstico con tu profesional de la salud.
Puede existir otras manifestaciones además de las descritas, que son menos frecuentes.
Los siguientes signos y síntomas indican que debes acudir al servicio de urgencias , si la enfermedad ya es una urgencia acude inmediatamente o en horas:
Puede existir otros signos de alarma además de los descritos, que son menos frecuentes.
Sin el tratamiento adecuado, esta enfermedad puede causar:
Puede existir otras complicaciones además de las descritas, que son menos frecuentes.