Sí, el alcohol puede ser un precipitante de molestias como las palpitaciones y por su efecto deshidratante puede facilitar la resequedad en la garganta, que en conjunto con los eventos relacionados durante su consumo puede facilitar las molestias como voz ronca o incomodidad al tragar.
En caso de dolor de pecho, mareos o palpitaciones persistentes, debería acudir por urgencias para descartar episodios de arritmias.
Recuerde que el consumo de alcohol debe ser moderado ya que el exceso es perjudicial para la salud.