El duelo, un proceso de tiempo

Noticias como las del accidente del equipo de fútbol Chapecoense de Brasil, enlutan no solo a un país sino al mundo entero, más aún cuando se trata de un asunto inesperado, un suceso para el que no se está preparado. En situaciones como estas, el psicólogo Diego Fernando Arias Marín sugiere tener en cuenta los factores protectores de la persona que debe asumir el duelo, pues no todos tienen la misma resiliencia o fortaleza frente a las adversidades.

“En estos casos, lo primero y más importante es el acompañamiento, no necesariamente palabras de aliento, sino la compañía de esos seres que están vivos y son más próximos, porque ante una ausencia inesperada el hecho de que haya personas cercanas, aunque no reemplazan la presencia del que partió, sí es un primer factor protector que ayuda a menguar la situación”, señala el experto.

Y es que en ese primer momento cuidar las palabras es un asunto sobre el que es necesario llamar la atención, pues a veces, esa tradicional expresión de ‘lo siento’ no encaja en la situación. “Muchas veces, tenemos expresiones verbales que no encajan dentro de esas pérdidas, Al respecto, Arias sugiere reemplazar esa frase por un ‘Te acompaño en este momento’.

Entre otras medidas que el experto sugiere para acompañar el duelo están:

-Identificar cuál era el tipo de vínculo que se tenía con la persona que parte, porque cada duelo es distinto y no se puede generalizar.

-Los ritmos de elaboración del duelo son distintos, hay quienes se demoran uno o dos años, otros quizás, en seis meses ya lo han logrado.

-Respetar el dolor del otro, no invadir su intimidad y manejar los límites.

Las etapas del duelo

Así como en cada persona la superación de este tipo de circunstancias es diferente, es necesario que el entorno o los familiares cercanos de quien vive la situación comprendan que todos los duelos tienen diferentes etapas: negación, rabia, negociación y aceptación. “Cada uno tiene un ritmo diferente para cada etapa, por eso, en algunas ocasiones se recomienda acompañamiento profesional, pero sin forzar a la otra persona. Incluso, en ese proceso de compañía se puede indagar qué ayuda requiere la persona, un equipo interdisciplinario puede ser la mejor opción”, sugiere el psicólogo.

Finalmente, superar cada una de estas etapas es un proceso que requiere tiempo y en el que intervienen aspectos como el tipo de vínculo que se tenía con la persona que partió y la edad.

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