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A la masturbación la han calificado de pecaminosa y hasta vergonzosa, sin embargo, señalan los sexólogos que es una forma sana de acercamiento al sexo y una alternativa para desprenderse de temores respecto a la sexualidad.
Sobre el tema se han tejido muchos mitos, incluso, se han hecho burlas al respecto y hay otros a los que el tema, simplemente, les genera terror, sobre todo, cuando como padres descubren que sus hijos adolescentes han comenzado a explorase. La Academia Americana de Pediatría, advierte que hay dos indicadores claves para identificar que los jóvenes practican la autogratificación genital: “pijamas y sábanas manchadas, además de encerrarse en el baño bajo llave por períodos de tiempo inusualmente largos”.
Eso de que la autoestimulación produce acné, ceguera, pérdida del cabello, disminución en la potencia sexual y toda una lista de consecuencias, resulta absolutamente falso, dado que hacerlo no provoca ningún daño físico en las personas. Mucho menos causa alteraciones psicológicas, pues hay quienes piensan que genera locura, personalidad antisocial y cambios en la salud mental. Otros mitos que se le han atribuido a esta práctica es que es un asunto exclusivo de los hombres, produce esterilidad, hace crecer vello en las manos, acaba con la producción de semen, genera pérdida de peso y causa depresión. Sin embargo, nada más alejado de la realidad que eso, pues la masturbación es algo natural, que forma parte de la vida, lo mismo que comer o dormir.
Además de ser liberador y sano, razones para autosatisfacerse hay muchas, aquí cinco de ellas.
Así las cosas, masturbarse no tiene por qué generar vergüenza ni mucho menos temor, esta es una forma sencilla para lograr aprendizaje y placer sexual.