El celópata se aferra a la idea delirante de que su pareja le está siendo desleal, sin importar que no haya ninguna prueba para apoyar su conclusión. El que sufre de celos patológicos se cree dueño de su pareja y se obsesiona con vigilar, perseguir e intentar “atrapar” a su pareja en el acto.
La celopatía se encuentra en casos de esquizofrenia, neurosis, trastorno bipolar y pacientes con daños al lóbulo frontal derecho. También es común en personas alcohólicas, personas que sufren de disfunción sexual; personas que padecen un Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Los celos enfermizos deben ser manejados por psiquiatra, ya que constituyen un grave riesgo para la pareja y para sí mismo. Así que no dude en consultar y en darle a esto una prioridad.