El Trasplante de Médula Ósea, es un procedimiento que busca reemplazar la médula ósea dañada o destruida, como es el caso de las personas que sufren de mieloma múltiple o leucemia.
La médula ósea, es el tejido graso y blando que se encuentra dentro de los huesos. Su función es la producción de células sanguíneas.
Este procedimiento, busca eliminar las células enfermas o defectuosas al introducir células madres que produzcan nuevas células sanguíneas, sanas. Las células madre, tienen la característica de ser "hematopoyéticas multipotenciales" (es decir, productoras de células sanguíneas y otras) que usualmente derivan de la médula ósea, la sangre periférica o de sangre del cordón umbilical.
Antes del trasplante, se puede requerir como parte de la preparación al mismo, la administración de ciclos de quimioterapia o de radioterapia (en algunos casos se necesita de ambas).
El esquema a seguir, será determinado por el especialista en Hematología (hematólogo). Se recomienda que antes del procedimiento usted y sus familiares, aclaren dudas sobre los riesgos y beneficios consecuencia del trasplante.
El día del procedimiento, usted permanecerá en una unidad especial para trasplantes de médula ósea, con el fin de reducir la probabilidad de contraer una infección y por tanto, las complicaciones que eso podría traer.
Durante el procedimiento puede presentar sensación de náuseas, mareos, y vómitos. Después de haber tenido la preparación con radioterapia y quimioterapia se puede sentir débil y cansado durante la hospitalización e incluso durante el procedimiento.
Después del procedimiento, sentirá su cuerpo débil y tendrá poco apetito (durante algunos meses). También, debido a los medicamentos, es probable que experimente sensación de cosa seca y sed.
