La terapia con frío y calor consiste en la aplicación de medios como compresas, toallas o bolsas que mantengan una temperatura fría o caliente, este tipo de terapia es útil como complemento del tratamiento de lesiones musculares.
Es importante no someter a la piel a temperaturas muy altas o bajas, ya que puede producir quemaduras en la piel. No utilice esta terapia en pacientes que hayan pérdido la sensibilidad como por ejemplo pacientes diabéticos.
Durante este procedimiento la persona presenta mejoría o disminución del dolor e inflamación.
Posterior a este procedimiento se espera que el dolor haya disminuido y que haya mejoría en la movilidad del área afectada.