La escisión quirúrgica de la bursa o bursectomía consiste en la extracción de las bolsas sinoviales, que en caso de inflamación puede almacenar líquidos, que dificultan los movimientos de la articulación.
Antes de realizar el procedimiento, es necesario que el paciente sea valorado por el servicio de anestesiología, se tomen estudios de sangre y pruebas de imágenes.
Durante el procedimiento el paciente no sentirá dolor, ya que se realiza bajo anestesia local o general.
Posterior al procedimiento el paciente puede presentar dolor en el área quirúrgica y leve inflamación. Es importante que el paciente mantenga la venda de compresión, ya que con esto evitará la formación de coágulos.