Pruebas Vestibulares

Las pruebas vestibulares son un estudio que tiene como finalidad estudiar el adecuado funcionamiento del oído interno, región encargada del equilibrio. Existen varias pruebas vestibulares como:

• Electronistagmografía.
• Pruebas de rotación.
• Potencial evocado miogénico vestibular.
• Posturografía dinámica computarizada.
• Pruebas de audición.

El médico tratante podrá indicar una o varias pruebas según la condición actual de cada paciente. Los potenciales evocados se reservan para detectar alteraciones que no pueden ser valoradas con las otras técnicas.

• Electronistagmografía: durante este prueba se registran los movimiento del ojo para lo cual se colocan electrodos adheridos a la piel alrededor de los mismos.

• Pruebas de rotación: buscan estudiar los movimiento de la cabeza y los ojos al tiempo. Para realizar esta prueba también se colocan electrodos con adhesivos a la piel. Cada vez que la cabeza se mueve en una dirección, los ojos deberán moverse en la dirección opuesta, durante la prueba se cambian las velocidades de movimiento de la cabeza y se estudian los cambios en los movimiento oculares. Las pruebas de rotación permiten estudiar las conexiones a los músculos oculares. Este prueba se considera complementaria de la anterior y no es necesario aplicarla en todos los pacientes.

• Potencial evocado miogénico vestibular: para realizar la prueba es necesario colocar al paciente auriculares y electrodos adheridos a la piel en la región del cuello. Al transmitirse sonido por los auriculares, los electrodos perciben o registran la respuesta del músculo a los estímulos vestibulares.

• Posturografía dinámica computarizada: consiste en permanecer de pie en una plataforma observando un objeto, tanto la plataforma como el objeto se movilizaran, mientras que los manómetros de la plataforma registran los cambios de peso y posición de la persona mientras intenta mantener el equilibrio.

Las pruebas vestibulares no suelen requerir ayuno.

Las pruebas vestibulares son procedimiento no invasivos e indoloros, lo cual indica que el paciente no experimentará dolor. Es posible que el paciente sienta mareo, náuseas o vómitos.

Posterior al procedimiento puede presentarse leve mareo o naúseas, el paciente debe acudir con los resultados con su médico tratante para que estos sean interpretados.