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El condón no es infalible contra el herpes

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Esta infección de transmisión sexual no discrimina, puede atacar a hombres y mujeres por igual y contagiarse al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales con alguien que porte el virus del herpes simple. Este último, la razón que provoca la aparición del herpes genital. Si bien es posible detectar el contagio de la enfermedad a través de una relación mutuamente monógama, la ausencia de relaciones sexuales o el uso del condón, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, advierte que los síntomas del herpes pueden presentarse en las áreas genitales del hombre y de la mujer que se hayan cubierto con un condón de látex, “sin embargo, los brotes también pueden ocurrir en áreas que no se hayan cubierto por un condón, por lo tanto, es posible que los condones no protejan completamente del herpes”.

Un virus silencioso

En ocasiones el herpes genital es imperceptible o, incluso, muy leve dada la ausencia de síntomas, sin embargo, aun así, es posible contagiar a la pareja sexual. Cuando la infección se manifiesta puede causar llagas en el área genital o rectal, glúteos y muslos, además es probable que haya fiebre, dolores corporales o inflamación de glándulas y se comporte de manera similar a una gripa. De acuerdo con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, a los síntomas se les llama comúnmente brotes, “las llagas aparecen usualmente cerca del área donde el virus ingresó al cuerpo, son ampollas que se rompen y se vuelven dolorosas para luego sanar. La repetición de los brotes es común, en especial durante el primer año, con el tiempo los síntomas aparecen con menor frecuencia y son más leves”.

Por su carácter silencioso también es importante saber que el herpes nunca desaparece, permanece en el cuerpo para siempre y a través del uso de medicamentos puede prevenir o disminuir la duración de los brotes. “Uno de ellos puede tomarse todos los días, así se reduce la probabilidad de que pase la infección a la pareja sexual o parejas sexuales”, explica el CDC.

Por su parte, tener herpes no significa decirle adiós a la vida sexual, lo más importante siempre será hablar con la pareja, hacerle saber que tiene esta infección y el riesgo que implica.

¿Embarazada y con herpes? Toma medidas

El parto es un momento crucial en estos casos, pues es en esa situación donde las madres pueden infectar a sus hijos y, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, causar una enfermedad grave en los recién nacidos afectando el cerebro y los ojos del bebé. “Si una mujer está embarazada e infectada con herpes, puede transmitir el virus cuando el bebé pase por el canal del parto. Es más probable que esa transmisión ocurra si la mujer contrae la infección durante el embarazo y si tiene su primer brote en las últimas etapas del embarazo. No obstante, también puede ocurrir durante un brote recurrente en las mujeres que contrajeron la infección antes del embarazo, aunque el riesgo es mucho menor”.

Realizar un parto por cesárea en caso de que haya brote en el momento del nacimiento es una opción para reducir el riesgo de que el bebé se infecte. Sin embargo, tomar esa decisión depende de varios factores, entre ellos la ubicación de las llagas en el cuerpo de la madre y la posibilidad de que el bebé entre en contacto con ellas.

Finalmente, a la hora de amamantar es posible hacerlo, aunque la mamá tenga la enfermedad, pues se sabe que el virus no se transmite a través de la leche materna. La única recomendación es cubrir las llagas que el bebé pueda tocar mientras la madre lo sostenga para amamantarlo.

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Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

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