La tos crónica: un síntoma de alerta

Son múltiples las causas que provocan este reflejo, sin embargo, identificar inicialmente cuáles son las causas que pueden provocarla es la primera medida para atenderla con el uso de medicamentos o a través de soluciones alternativas.

El pelo de los animales, los gases de los vehículos, los aerosoles, los insecticidas, el polvo y el cigarrillo son unas de las causas más comunes que activan ciertos reflejos en las vías respiratorias, produciendo reacciones que desencadena la tos crónica en una persona.

“Más de la mitad de las enfermedades respiratorias crónicas aparecen como reacción a la contaminación ambiental o por alergias. Sin embargo, siempre hay algo que se puede hacer para reducir los contaminantes y crear un ambiente más puro, empezando desde el hogar”, asegura Francisco Leal, médico pediatra y alergólogo.

Por esta razón, antes de recurrir a medicamentos o a remedios caseros para calmar la tos, tenga en cuenta las siguientes medidas:

1. Intente identificar la causa de la tos. Analiza primero tu entorno. Considera la posibilidad de alguna alergia, en especial si hay antecedentes en la familia. Si se trata de asma o cualquier otra alergia, recuerda la importancia de vivir y dormir en un ambiente libre de ácaros. 
2. No permanezcas cerca de personas con malos hábitos. Cuando una persona estornuda o tose sin cubrir la boca, envía al aire miles de microorganismos que contaminan el ambiente. De igual forma, el humo del cigarrillo en ambientes cerrados provoca irritación en los pulmones y afectan el flujo respiratorio.
3. En caso de tener aire acondicionado. Recuerda hacerle buen mantenimiento y limpieza permanentemente, ya que además de enviar aire frío, puede  emitir el polvo, las bacterias o el moho que se les va acumulando dentro.
4. Evita el uso excesivo de velas en tu casa. Estos olores, al igual que los inciensos, sahumerios y pebeteros, al juntarse con los productos de limpieza son volátiles y pueden irritar las vías aéreas respiratorias.
5. Ten en cuenta los signos que acompañan la tos. Si hay fiebre, respiración acelerada, expectoración, dolor de oído, malestar general, somnolencia o erupciones en la piel o si la tos persiste por más de dos semanas, no te automediques y visita a tu médico de confianza.