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Tomar una siesta ¡sí vale la pena!

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La mayoría dirá que no tiene la posibilidad de hacerlo, otros más que no les gusta y habrá quienes lo consideren una pérdida de tiempo. Lo cierto es que tomarse unos minutos de sueño en el día tiene muchas ventajas para la salud.

15, 30 o máximo 40 minutos, no existe un tiempo definido, lo importante es que, en la medida de tus posibilidades, te tomes en la mitad del día un espacio de sueño para descansar, mejorar tu productividad y, sobre todo, cuidar tu salud, pues aseguran los expertos que hacerlo tiene grandes ventajas.

Y es que los beneficios no son solo para los adultos, en los más pequeños es fundamental asegurar este tiempo de descanso para garantizar un buen desarrollo físico y mental. “Las siestas proporcionan al cuerpo y a la mente el tiempo de descanso que necesitan para crecer y reponer fuerzas. Las siestas también impiden que los niños lleguen a estados de agotamiento, algo que no solo repercute negativamente sobre su estado de ánimo, sino que les dificulta conciliar el sueño por la noche”, explica la Fundación Nemours.

Para saber por qué tomar una siesta sí vale la pena, la Fundación Española del Corazón da las siguientes razones.

  1. Disminuye los niveles de estrés y la presión arterial. Señalan los expertos que la siesta ayuda a disminuir en un 37% el estrés. Cuando se duerme, se libera la hormona del crecimiento, antídoto del cortisol, que estimula el sistema inmunológico, reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a reparar los músculos y a perder peso. Además, dormir una siesta diaria de entre 45 minutos y una hora tras haber soportado un día de estrés y tensión psicológica disminuye los niveles de presión arterial y ritmo cardiaco.
  2. Aumenta la concentración y la creatividad. Algunos estudios demuestran que la siesta, así sea de seis minutos, mejora la posibilidad de recordar listas de palabras o de objetos. Señalan los expertos a Infosalus, que el sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nuevos datos. Durante el sueño, los recuerdos recientes se transfieren del hipocampo al neocórtex, nuestro disco duro, donde se consolidan los recuerdos a largo plazo. Además, un equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown ha comprobado que la siesta aumenta la creatividad o, al menos, estimula la actividad de la zona del cerebro (el hemisferio derecho) que se asocia con esta capacidad.
  3. Facilita la resolución de problemas. Para el profesor de psiquiatría de la Escuela Médica de Harvard, Robert Stickgold, cuando durante la siesta la persona tiene la capacidad de soñar, una vez se activa nuevamente, le lleva menos tiempo realizar diferentes conexiones entre ideas, por lo que es más fácil resolver cualquier tipo de problema.
  4. Mejora los reflejos. Se calcula que quienes duermen una siesta diaria de 26 minutos tienen 34% menos posibilidades de cometer errores en el trabajo y duplican sus niveles de alerta.
  5. Favorece el positivismo y el estado de ánimo. Alcanzar el sueño profundo durante la siesta estimula la expresión facial de felicidad, mientras que quienes no lo hacen manifiestan más ira y miedo. Incluso, se eleva la producción de serotonina, un neurotransmisor que regula el sueño, el apetito y el estado de ánimo. Dormir inunda el cerebro de serotonina, lo que proporciona una sensación de satisfacción y bienestar.

¿Cómo lograr una siesta ideal?

  • No debe durar más de 30 minutos.
  • Dormir una siesta de más de media hora distorsiona sus efectos positivos.
  • Una siesta de más de 40 minutos altera el ciclo del sueño nocturno.
  • Se recomienda tomarla en un sofá o una silla cómoda en lugar de la cama.
  • No se aconseja siesta a las personas con insomnio.
Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

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