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Riesgos en la salud de la madre y el bebé, además de afecciones a nivel emocional, son algunas de las consecuencias de la maternidad durante la adolescencia.
Juliana* tenía 14 años cuando se dio cuenta de que estaba embarazada, cursaba octavo y una de sus profesoras fue la primera persona en enterarse. “Me asusté mucho, no sabía cómo decir en mi casa y hasta cuando no pude ocultarlo más le conté a mi mamá, ella me apoyó, pero me dijo que no cuidaría a mi bebé. También recibí apoyo por parte del papá de mi hija y su familia. A medida que la niña crecía regresé al colegio, los profesores me ayudaron con los talleres y terminé de estudiar”.
Como Juliana, muchas adolescentes tal vez coincidan con la misma historia, sin embargo, no todas corren con la misma suerte y la posibilidad de tener el soporte de su entorno familiar. Muchos se preguntarán por qué en esta época cuando hay tantas posibilidades de planear un embarazo, las jóvenes terminan por ser madres sin haberlo, siquiera, contemplado.
Un momento de placer, no cuidarse aun sabiendo las opciones y en otros casos, la ignorancia, se cuentan entre las razones para que esta situación se presente. Según el Observatorio del Bienestar de la Niñez, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, el principal factor de riesgo es la falta de orientación en temas de sexualidad, “siendo una de las causas la falta de comunicación entre padres e hijos frente a temas de la sexualidad, especialmente por parte de los progenitores o adultos a cargo, quienes evaden la responsabilidad de educar en este tema por temor o vergüenza, relegando el papel de educador sexual a los medios de comunicación, al colegio y a los pares amigos de los niños, niñas y adolescentes, generando tabúes y una actitud represiva frente al sexo”.
Al respecto, la institución también señala que la presión social y de pares para iniciar la actividad sexual a edades tempranas, es un factor determinante en la incidencia del embarazo adolescente, dado que, aun “existe la creencia generalizada de que las relaciones sexuales son comunes en la adolescencia. Este mito tiene implicaciones en el comportamiento sexual de las mujeres adolescentes, porque estas conceden gran importancia a la norma percibida y al comportamiento de sus pares”.
Las consecuencias
Programado y bien planeado, el embarazo no presenta consecuencias ni en la madre ni en el bebé. Sin embargo, cuando se trata de una situación que no se ha contemplado y para la que, en algunas ocasiones, no hay suficiente madurez física y emocional, las consecuencias son evidentes. Aquí 4 razones para prevenir el embarazo en etapas tempranas.
¿Cómo prevenir el embarazo adolescente?
Si bien no son los únicos responsables, los padres y el entorno familiar juegan un papel importante al momento de evitar que mujeres a temprana edad tengan un embarazo no planeado. Al respecto, se aconseja seguir las siguientes recomendaciones:
*Nombre cambiado a petición de la fuente