Medicina General 2471 veces leída
El próximo mes empiezo. Esa es una de las promesas que muchos se trazan cuando de hacer actividad física se trata, ¿cómo hacerlo? Aquí algunas recomendaciones para lograrlo sin desistir en el intento.
Está absolutamente demostrado que el ejercicio físico controlado mejora la calidad de vida, crea hábitos mucho más sanos, disminuye el riesgo de la muerte súbita y de enfermedades cardiovasculares. En resumen, ayuda a mantener un buen estado de salud y bienestar.
No obstante, el ejercicio siempre resulta saludable cuando se practica bajo las condiciones recomendadas por los profesionales. Es una buena forma de mejorar o mantener la salud. De hecho, las personas pueden reducir su riesgo de padecer patologías cardiacas con solo 2 horas de preparación física a la semana (20 a 30 minutos diarios). Existen estudios que demuestran que una actividad física tan sencilla como caminar, nadar o correr hace que el riesgo de ataques cardiacos sea un 60% menor.
Por su parte la Asociación Americana del Corazón señaló que la falta de ejercicio, junto a la hipertensión, el tabaquismo y la hipercolesterolemia son factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Con respecto a los dolores musculares, se sabe que el dolor es más fácil que ocurra con movimientos relativamente intensos o levantamientos bruscos, lo que es más común en aquellos que realizan un programa de ejercicios después de un largo período de inactividad.
De ahí que para la iniciación de un programa de ejercicios es fundamental comenzar de manera suave y paulatina, sin movimientos intensos y con un tiempo de actividad corto, para ir aumentando el tiempo de trabajo y la intensidad. De esta manera, los componentes musculares se adaptan al trabajo y se fortalecen para no sufrir los daños que provocan el dolor.