Esto se logra únicamente a través de un espermatograma o seminograma. Este estudio paraclínico permite observar la capacidad reproductiva del hombre evaluando los parámetros macroscópicos y microscópicos del semen. Entre los parámetros macroscópicos se encuentran volumen del eyaculado, color, viscosidad, pH y licuefacción; y los microscópicos evalúan la porción celular del eyaculado e incluyen el contaje total y fraccionado de la cantidad de espermatozoides, motilidad espermática, vitalidad y la morfología espermática, así como la observación de células inmunológicas.
Un hombre sano por lo general tiene una fertilidad conservada y puede generar espermatozoides capaces de fecundar un óvulo maduro desde la adolescencia.