El tratamiento fundamental de la anemia consiste en la restitución de los niveles de hemoglobina para permitir un transporte apropiado de oxígeno a los órganos.
La forma en que se logra esto dependerá del tipo de anemia que presente el paciente, pudiendo emplearse transfusiones sanguíneas en casos severos, control farmacológico en situaciones seleccionadas o suplementos de hierro en caso de deficiencia de hierro (una de las principales causas).
Evite la automedicación.