Las infecciones respiratorias suelen tener una forma de contagio por contacto directo con la persona afectada, a través de la tos principalmente: en las secreciones expulsadas al toser pueden viajar agentes infecciosos microbianos causantes de la enfermedad. Dependiendo del tipo de infección pulmonar existente se deben tomar medidas de protección o aislamientos para detener la cadena de contagio. Las infecciones pulmonares pueden ser por virus, por bacterias, por hongos o inclusive por causa de algunos parásitos. Si la enfermedad es de origen viral suele tener un alto grado de contagio y con facilidad, lo mismo sucede con las bacterias y un poco menos con hongos y parásitos pero dependen del agente causal. Enfermedades como la gripe, que es viral, es altamente contagiosa, la tuberculosis es igualmente muy contagiosa y en su caso particular si la persona es considerada bacilífera transmisora con mayor razón se debe tener un aislamiento por un tiempo y evitar el contacto directo. Algunas bacterias relacionadas con neumonías también son altamente contagiosas y algunas especies de hongos igualmente. La recomendación es que evite el contacto con la persona y sobretodo si está con tos. Así mismo mantener medidas de higiene de manos muy estricta.