La diabetes gestacional es una enfermedad que se produce durante el embarazo y puede complicar hasta el 5% de los embarazos.
Al igual que en la diabetes que no se produce durante el embarazo, se produce una resistencia a la insulina, pero esta vez es debido a una hormona producida por la placenta que afecta la captación de la insulina por el cuerpo, con lo cual aumentan los niveles de azúcar (glucosa) en sangre; a su vez hay que tener en cuenta que también se aumentan las demandas de insulina durante la gestación lo que puede inducir a un déficit relativo.
Actualmente a todas las mujeres embarazadas entre la semana 24 y 28, se les realiza un examen que se conoce como prueba de tolerancia oral a la glucosa con el fin de detectar la enfermedad, pues no siempre produce síntomas.
El tratamiento se basa fundamentalmente en la dieta y la realización de ejercicio físico al menos 3 veces por semana, con esto se logra controlar cerca del 70% de la mujeres que padecen esta enfermedad. En caso de no lograr un adecuado control se requiere del uso de medicamentos como insulina o metformina.
Una vez logrado un buen control de la enfermedad el embarazo puede terminarse por un parto vaginal normal aunque en caso de que el bebé haya crecido en exceso (macrosomía) puede requerirse terminar el embarazo por cesárea.