Artículo

¿Sabes si estás cuidando correctamente tu salud oral?

Odontología 1732 veces leída

Salud Oral

Más allá del lavado de los dientes y el uso de la seda dental, tener una correcta higiene bucal depende también de los hábitos y de la alimentación de cada persona.

Visitar al odontólogo, para muchos, es una experiencia atemorizante. Hay quienes argumentan que siempre sienten dolor, mientras que otros dicen no soportar el sonido de la fresa dental. Sin embargo, acudir a una cita con este especialista no debería ser un asunto de temor, más bien, debería ser asumida como una forma de prevención. “La gente piensa en visitar al odontólogo solo cuando hay dolor y esa es una equivocación. Los consultorios deberían estar llenos de pacientes sanos y controlados.  Hay que generar conciencia de autocuidado. Las personas creen que la visita al odontólogo es un evento incómodo, maluco y costoso, pero lo que pocos saben es que si se mantienen sanos, ir al odontólogo es económico, y para mantenerse sanos deberían hacerlo mínimo 2 veces al año”, señala Gabriel Jaime Velásquez, odontólogo y director general Oral Home.

Una buena salud oral es reflejo de unos correctos hábitos de higiene, los mismos que deben comenzar desde la niñez y ser formados por los padres. De igual manera, es necesario identificar cuáles son las herramientas efectivas para la higiene oral, según las condiciones de cada persona y huir de los remedios caseros para blanquear que, por lo general, suelen ser abrasivos y provocar daños en la salud oral. Así las cosas, ¿cómo saber si lo que estás haciendo te garantiza una correcta higiene bucal? Para lograrla es aconsejable contar con los siguientes elementos:

  1. El cepillo de dientes. Para los niños, el más adecuado es aquel con cabeza redondeada, cerdas suaves y redondeadas. En los adultos, la cabeza del cepillo dental debe ser más grande y flexible, con cerdas redondeadas y suaves. Para aquellos con problemas periodontales, donde hay pérdida de hueso y sensibilidad, el mercado ofrece cepillos extrasuaves.
  2. La seda dental. Escoger una u otra de las que hay en el mercado, depende de los puntos de contacto entre los dientes, es decir, qué tan estrechos o separados son y según eso, para los que tienen mayor cercanía será necesaria una ayuda adicional: la seda dental con cera.
  3. La crema dental. Advierte Velásquez que las hay para diferentes propósitos, sin embargo, hay que tener claro que, en pacientes sanos, la función de la crema es devolver a los dientes el flúor que se ha perdido por los ácidos y protegerlos de ellos. “Algunas cremas son útiles para aquellos que tienen la dentina expuesta, otras son de acción básica para desinflamar la encía después de algún procedimiento”.
  4. El enjuague bucal. Su función antiséptica permite mantener controladas las bacterias que ingresan a la boca.

¿Cómo lavarse bien los dientes?
En la niñez el papel de los padres es fundamental para formar en los más pequeños el hábito de la higiene bucal. Por lo tanto, a la hora de cepillarlos debe hacerse de arriba hacia abajo y viceversa, y las muelas en forma circular. En el caso de los adultos, el procedimiento es similar solo que deben abarcarse de a 2 dientes y llevar un orden, de manera que se garantice la limpieza de todas las piezas dentales.

“Una correcta higiene implica conocer al detalle la boca, cuántos dientes tenemos y en qué posición, esto permite saber de qué forma se acomoda el cepillo. Además, como la erupción de los dientes no tiene una guía de salida perfecta hay puntos donde se acumula la placa bacteriana, provocando inflamación de la encía y pérdida de hueso, por esa razón es necesario usar la seda dental abrazando toda la periferia de los dientes y finalmente, lavarlos de la manera adecuada”, explica el odontólogo.

Un consejo adicional en los bebés es ambientar la boca permitiendo que la madre envuelva en uno de sus dedos una gasa húmeda con bicarbonato para limpiar los residuos de la leche materna, de esa manera evita que se produzca un hongo propio del consumo de la leche y que, a la vez, eleva la acidez de la boca.

Aliados y enemigos de la salud oral

En la edad adulta, por ejemplo, el blanqueamiento dental es una tendencia común, sin embargo, es necesario advertir que siempre debe ser hecha por un profesional y no usar productos caseros abrasivos que destruyen las capas orgánicas de los dientes.

Por su parte, el exceso de carbohidratos, en el largo plazo, podría llegar a ser nocivo si a eso se suma a una inadecuada higiene oral. En términos generales, no existen alimentos buenos o malos para los dientes, lo que sí se sabe es que aquellos ricos en fibra (frutas y verduras) barren la capa bacteriana que dejan los alimentos. Lo mismo ocurre con el maní y las almendras que, al descomponerse, no forman ácidos y se convierten en aliados de una buena salud bucal.

Finalmente, además de cuidarte, debes estar atento a señales que pueden indicarte que en tu boca algo anda mal y es necesaria una visita al odontólogo:

  • Aliento fuerte, que puede ser por una técnica de higiene oral incorrecta o por la fermentación de ácidos y alcohol.
  • Cambio en el color de los dientes por acumulación de placa bacteriana.
  • Sangrado al cepillarte o de manera espontánea.
  • Picazón en las encías o movilidad dental.
Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

Contenido Relacionado