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De manera gradual y siempre asesorados por expertos deben programarse los planes nutricionales para bajar de peso, así no pones en riesgo tu salud.
Terminan las celebraciones de diciembre y los excesos de alcohol y comida dejan algunos kilos de más. Perderlos es el propósito de cada comienzo de año, sin embargo, hay que tener cuidado con las dietas restrictivas y que prometen la pérdida rápida de kilos, pues pueden poner en riesgo tu salud. Una alimentación restrictiva es calificada como una agresión al organismo, pues este debe cambiar su forma de trabajar para poder enfrentar los cambios.
Advierte la Clínica de Adelgazamiento de Madrid, Adelgar, que el 40% de las personas que comienzan una dieta en el mes de enero la abandonan antes de febrero. El perder peso de forma eficaz y lograr mantenerlo al pasar del tiempo, no es algo que se puede realizar de un momento a otro, esto, al contrario, podría generarle un gran daño al cuerpo.
La nutricionista Consuelo Pardo indica que las dietas que proponen perder peso de manera rápida no son seguras, primero porque no cumplen con los requerimientos nutricionales y segundo porque le hacen daño al organismo. “Al hacer estas dietas se baja de peso velozmente debido a la pérdida de agua corporal (producen deshidratación brusca) y el cuerpo, al no tener suficiente energía para trabajar, comienza a utilizar el músculo. Su principal problema es que favorecen una recuperación muy rápida del peso perdido conocido como efecto rebote”.
Por lo tanto, ante la falta de energía, el organismo reacciona compensando esta deficiencia, disminuyendo el músculo (lo consume o gasta), lo que tiene un impacto en el metabolismo, que a su vez se suma con el hecho de que posteriormente almacena energía extra en forma de grasas.
La dieta para bajar de peso
La ideal es aquella que tiene un plan de alimentación equilibrado y variado, según los requerimientos nutricionales individuales, debe incluir todos los grupos de alimentos distribuidos en forma equilibrada. La Academia de Nutrición y Dietética destaca que todos los alimentos pueden ser parte de una dieta, siempre y cuando se consuman con moderación, respetando el tamaño de las porciones aunado a la actividad física.
Advierte la nutricionista que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas. “Cada uno de los alimentos que integran los diferentes grupos tiene una composición química y funcionan como un vehículo de nutrientes. Por esta razón, es de suma importancia que todos estén presentes en la alimentación diaria. Por ejemplo, las frutas son excelentes fuentes de vitaminas y antioxidantes, las carnes y lácteos de minerales y proteínas, y los cereales y tubérculos son fuentes de vitaminas y fibra. Incluso, la grasa y el azúcar son importantes para el buen funcionamiento del cuerpo. El secreto está en la moderación”.
Así las cosas, para no poner en riesgo tu salud evita las dietas rápidas y restrictivas y ten mucho cuidado si estas te las pintan como efectivas y seguras:
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