Artículo

¿Qué sabes del labio leporino y el paladar hendido?

Odontología 293 veces leída

Lo primero: aún no hay claridad sobre las causas que provocan estos defectos. Lo segundo: la cirugía es la mejor alternativa para corregirlos y, para hacerlo, se recomienda tener siempre orientación médica.

Pero ¿por qué nacen con fisuras estos bebés? Estos defectos de nacimiento se producen cuando los tejidos del labio y el paladar, entre la cuarta y la novena semana del embarazo, no se desarrollan adecuadamente. De acuerdo con el odontólogo Jaime Andrés Jiménez la forma y el tamaño de las fisuras varían según el caso, “el bebé puede tener solo en el labio superior fisurado, sea en uno de los lados o en ambos, con mayor frecuencia en el izquierdo y, rara vez, en el centro. Pero su paladar también puede estar fisurado en la parte de adelante, de atrás o en ambas”.

Está claro que el labio leporino y el paladar hendido son las malformaciones faciales más comunes en los recién nacidos y aunque esta condición genera afectaciones funcionales y estéticas, no pone en riesgo la vida del bebé.

Para conocer más del tema, aquí seis datos claves.

1.La presencia de estos defectos está asociada a la interacción de asuntos genéticos y ambientales. Existen algunos factores de riesgo como los antecedentes en la familia del bebé con estas condiciones, así como la exposición de la madre a sustancias y virus que pueden afectar su embarazo. Se estima que a nivel mundial 1 de cada 700 bebés nacidos vivos la tienen. En los hombres es más frecuente la fisura en el labio con o sin paladar hendido que las mujeres.

2.Los niños experimentan dificultades para deglutir los alimentos sólidos y líquidos debido a que tienen riesgo de irse por la nariz cuando tienen la fisura en el paladar. Igualmente, una abertura en esa área causa un escape de aire por la nariz y se producen sonidos nasales cuando hablan. Además, estos niños tienen un riesgo elevado de tener infecciones de oído medio por la conexión anatómica con el paladar.

3.Las fisuras labio-palatinas producen un compromiso funcional y estético, pero no están asociadas cuando se presentan aisladamente con afectaciones a las funciones cognitivas del niño.

4.Para promover el proceso de la lactancia, pese a que estos bebés tienen el paladar abierto, la recomendación es que la madre no lo acueste y mejor lo sostenga en una posición vertical para que el alimento vaya hacia la garganta y no haya riesgo de que se desvíe a la nariz.

5. Pese a que estos defectos no se pueden prevenir, la cirugía correctiva repara la apariencia facial y mejora las funciones que se ven afectadas, entre ellas el habla, la respiración y la audición.

6.Durante el embarazo estas malformaciones, especialmente el labio fisurado, se pueden diagnosticar mediante una ecografía sobre la semana 16 de gestación. La hendidura del paladar en muchas ocasiones es más difícil de identificar con estas imágenes, pero después del nacimiento se detecta sin que se requiera una prueba específica para su confirmación.

Para conocer más de este y otros temas, visita de manera gratuita y anónima 1DOC3 y haz tus preguntas.

Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

Contenido Relacionado