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Cirugía bariátrica ¿la mejor opción para perder peso?

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Si luego de intentar con planes de alimentación y actividad física el propósito de perder peso aún no se cumple, es posible que la cirugía para adelgazar sea una opción para aquellas personas con obesidad extrema y, por supuesto, problemas de salud derivados de esta condición.

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De acuerdo con el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, hay diferentes tipos de cirugía de pérdida de peso, “ellas suelen limitar la cantidad de alimentos que usted puede ingerir. Algunos tipos de cirugía también afectan cómo se digieren los alimentos y se absorben nutrientes. Todos los tipos tienen riesgos y complicaciones, tales como infecciones, hernias y coágulos de sangre”.

Hay que aclarar que un amplio número de personas que acuden a este tipo de procedimientos, aunque pierden peso rápidamente pueden recuperarlo más adelante, pues para cumplir con el objetivo es fundamental seguir las recomendaciones de dieta y ejercicio. Además, que será necesario tener seguimiento médico el resto de la vida.

Una cirugía que no es para todos

Entonces ¿para quién es? Para determinar qué paciente es candidato a esta cirugía, los médicos además de analizar el índice de masa corporal, también identifican el grado de las afecciones que padece, como diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, por mencionar algunos.

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En ciertos casos, este tipo de intervenciones no son soluciones rápidas para el manejo de la obesidad. Explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos que estas operaciones cambian significativamente el estilo de vida, “es necesario comer alimentos saludables, controlar las porciones y ejercitarse. Si usted no sigue estas medidas, puede tener complicaciones por la cirugía y una pérdida de peso mínima”.

Por esa razón, es fundamental conocer de la mano del especialista los beneficios y riesgos de la cirugía. Además, tener en cuenta que estos procedimientos, en términos generales, están sugeridos para:

-Personas con un Índice de Masa Corporal, IMC, de 40 o más. Lo que significa que esa persona tiene, al menos, 45 kilos de peso más del que debería. Se calcula que el IMC normal debe estar entre 18.5 y 25.

-Un IMC de 35 o más y una afección médica grave que puede mejorar con la pérdida de peso. Entre ellas se cuentan la apnea obstructiva del sueño, diabetes tipo 2 y enfermedades de tipo cardiovascular.

Más bondades

Estudios recientes señalan que las cirugías bariátricas muestran una mejora sostenida en el control glicémico de los pacientes, lo que se traduce en menos medicamentos para tratar la diabetes, mayor control de sus niveles de azúcar y, por supuesto, mejor calidad de vida. Además, se evidenció una reducción en el uso de medicamentos cardiovasculares e hipoglicemiantes y, como es lógico, disminución en la circunferencia de la cintura.

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 Por otra parte, se identificó que este tipo de intervenciones mejoran las siguientes patologías:

-Diabetes tipo 2: 83% 

-Dislipidemia: 79-90%

-Apnea del sueño: 74-98%

-Hipertensión: 52-92%

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Natalia Ospina Vélez
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