Pediatría 751 veces leída
Cada vez es más común ver a los niños dedicando tiempo a ver televisión, a los videojuegos y a explorar las redes sociales o la internet en sus dispositivos móviles. Sin embargo, aquellos que pasan mucho tiempo en estas actividades, especialmente los que están en etapa escolar, se encuentran expuestos a desarrollar sedentarismo, a perder el balance entre la energía que consumen y la que gastan, presentar obesidad y, en última instancia, disminuir su rendimiento intelectual y físico.
Pensando en eso, la nutricionista Claudia Cortés, da a conocer algunos síntomas del déficit de energía para que los padres estén atentos con sus hijos:
“En muchas ocasiones, la preocupación que tienen los padres porque sus hijos estén bien alimentados se reduce a que los tiempos entre comidas no sean muy largos o las comidas estén balanceadas de acuerdo con la naturaleza de cada alimento: proteínas, carbohidratos, grasas. Sin embargo, no detallan la cantidad de energía que sus hijos consumen en el colegio y esto es clave en la alimentación. De esa forma, el niño no ingiere más alimentos de los que debe, pero tampoco le faltan”, afirma la nutricionista.
En esa medida, es importante no solo que en las tres comidas principales y los refrigerios diarios los niños encuentren alimentos que aporten nutrientes. Entre ellos, proteína, vitaminas C, D y B12, y minerales, como calcio, hierro o fósforo, todos ellos fundamentales para funciones musculares, el normal desarrollo de los huesos. También es importante que consuman carbohidratos, una fuente importante de energía.
Dependiendo del nivel de actividad física que realice el niño, las necesidades de energía pueden verse incrementadas dependiendo de factores como:
Intensidad (ligera, moderada, vigorosa) y tipo de actividad.
Duración de práctica deportiva y grado de entrenamiento.
Edad, género y composición corporal.
“Además de estar atentos a si alguno de estos síntomas se manifiesta, es clave que los padres de familia verifiquen que los niños consuman en las porciones apropiadas pensando en sus necesidades particulares. Asimismo, hacer seguimiento del nivel de actividad física de sus hijos en el día a día, de tal forma que se logre el balance entre la energía que se gasta y la que se obtiene en las comidas”, asegura la nutricionista Cortés.
Para conocer más de este y otros temas, visita de manera gratuita y anónima 1DOC3 y haz tus preguntas.