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¿Qué tanto sabes sobre la anemia?

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Palidez es la primera señal que hace sospechar de la enfermedad, sin embargo, otros síntomas como cansancio, pérdida de apetito, sueño, retraso en el crecimiento y, en la población estudiantil, bajo rendimiento académico son indicios de esta patología.

Lo primero que hay que decir, es que la anemia es una afección de la sangre, específicamente, de los glóbulos rojos, que son los encargados de llevar oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.

De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, la causa más común de la anemia es la ausencia de hierro, por ser un mineral que necesita el cuerpo para producir hemoglobina. Esta última, una proteína rica en hierro que da a la sangre su color rojo y transporta oxígeno.

Pero ¿qué provoca la anemia? Las tres causas principales son la pérdida de sangre, no producir glóbulos rojos y destrucción de estos últimos a gran velocidad. Por su parte, entre los problemas médicos que pueden desencadenar la enfermedad también se cuentan:

  • Períodos menstruales muy abundantes.
  • Embarazo.
  • Úlceras.
  • Pólipos en el colon o cáncer del colon.
  • Trastornos hereditarios.
  • Una dieta que no contiene suficiente hierro, ácido fólico o vitamina B12.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, considera la anemia como un problema mundial de salud pública que se presenta principalmente en países en vía de desarrollo y que ha llegado a afectar a 600 millones de niños en todo el mundo, donde al menos el 50% de los casos se atribuyen a la carencia de hierro.

Por su parte, la anemia infantil también puede ser causada por parásitos y enfermedades hereditarias o adquiridas, el factor más común suele ser la falta de hierro, un nutriente necesario, especialmente durante la primera infancia y la niñez.

El gastropediatra John Garcés, explica que “esta enfermedad ocurre cuando hay una deficiencia en la cantidad de hierro, un nutriente esencial que ayuda a la formación de glóbulos rojos. Es importante generar conciencia entre la comunidad médica, el gobierno y la ciudadanía sobre el impacto que tiene esta enfermedad, especialmente en los primeros años de vida. Como medida de prevención es necesario llevar una dieta adecuada y aumentar la ingesta de alimentos con alto contenido de hierro”.

Alimentos ricos en hierro

  • Hígado.
  • Carne roja.
  • Pescados y mariscos.
  • Frutos secos.
  • Nueces.
  • Frijoles, en especial, frijoles verdes.
  • Verduras de hojas verdes, como espinaca y brócoli.
  • Granos enteros.
  • Alimentos fortificados con hierro, como muchos tipos de panes y cereales (examina la etiqueta).

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Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

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