Convierte la higiene íntima en un hábito

Usar jabones especialmente diseñados para este propósito y tener cuidados básicos para la zona genital son suficientes para evitar molestias en esta parte del cuerpo.

Lavamos los dientes, las manos, el pelo con tanta frecuencia que por momentos pareciera una cuestión mecánica, pero ¿cuántas veces nos tomamos el tiempo para lavar nuestra zona genital? Probablemente algunos ni siquiera sepan qué responder y este asunto es importante para hombres y, sobre todo, para mujeres, pues esta zona femenina es más propensa a infecciones y alteraciones que provocan molestias y, en algunas ocasiones, altera la calidad de vida.

“Es necesario encontrar un momento del día para protegerse y reconectarse, por lo tanto, cuidar la zona íntima debe ser parte de la rutina diaria en la ducha. Consienta su espíritu de mujer y utilice productos que tengan un agradable aroma. Incluso, aquellos baños relámpago pueden ayudarle a sentirse revitalizada haciendo que ese momento sea exclusivo para cuidar su cuerpo”, recomienda la sexóloga, Flavia Dos Santos.

La práctica adecuada

A la hora de una correcta higiene genital, las duchas vaginales son el peor enemigo, sin embargo, adoptar algunas prácticas preventivas pueden convertirse en los mejores aliados. Jorge Alberto García Pertúz, ginecólogo epidemiólogo, da algunas claves al respecto.

¿Por qué es tan importante la higiene íntima en la mujer?

“Se trata de cambiar hábitos, es apenas obvio que hay que cepillarse los dientes todos los días, de esa misma manera debería ser la higiene intima, debería preocuparnos cuidar esa zona diariamente, no de vez en cuando. Es más importante en la mujer porque si uno pregunta cuántas veces ha ido un hombre al médico por temas de higiene intima o infección, probablemente, responda que ninguna, pero si le preguntamos a una mujer cuántas veces ha ido al ginecólogo por un flujo, por una incomodidad, mal olor en su zona genital, muy probablemente respondan que al menos, una vez”.

¿Cómo debe hacerse esa limpieza y cuidado?

“Es fundamental bañarse la zona genital todos los días, usando jabones íntimos y no los de siempre, debido a que tienen un PH más ácido y no eliminan la barrera de protección que hay en esa zona, lo que impide que las bacterias puedan ingresar a la vagina y provocar problemas. Entre los cuidados, es fundamental que desde muy pequeñas las niñas aprendan de sus madres buenos hábitos de higiene íntima, por ejemplo, limpiarse de adelante hacia atrás para no llevar materia fecal a la vagina, lavarse siempre las manos antes de entrar al baño y perder el temor a tocar los genitales”.

¿Cuándo y cuántas veces hacer esa higiene íntima?

“Durante el baño diario. También es recomendable los días de la regla cuando se sienten más incómodas las mujeres, sin embargo, la frecuencia depende de cómo se sienta la mujer y los espacios de tiempo que tenga. Esa sensación de limpieza no solo disminuye el riesgo de infecciones, sino que genera seguridad en la mujer. Muchas veces sienten que están oliendo mal en su zona íntima, creen que sus compañeros de trabajo lo notan, sin que sea así. Por lo tanto, puede hacerse las veces que quiera, lo importante es que el aseo no se haga con duchas vaginales y usar los jabones íntimos en la parte de afuera, en la parte visible de los genitales. En la parte interna no se deben usar duchas vaginales porque la vagina produce un azúcar que se llama glucógeno, y el lactobacilo, una bacteria propia de esa zona se alimenta de ese azúcar y lo convierte en ácido láctico, lo que acidifica la vagina y la hace más repelente a las infecciones. Cuando una mujer se hace duchas vaginales, lo que hace es quitarse todo ese sistema de defensa, está barriendo los lactobacilos que la protegen y facilitando que invadan bacterias que hacen daño, no las que protegen”.

¿Cómo escoger el jabón íntimo adecuado?

“El que contenga lactobacilos, lactoserum, una sustancia que prolonga el efecto protector y de limpieza y prebióticos, que son los alimentos específicos para el lactobacilo, además de que sea un producto que esté avalado por la Federación Colombiana de Ginecología”.