Artículo

Impuestos a las bebidas azucaradas, ¿la solución?

Nutrición 1930 veces leída

En Colombia el tema sigue sobre la mesa y aún hay quienes no se ponen de acuerdo. Sin embargo, el mayor argumento del ministro de salud Alejandro Gaviria es atacar la obesidad y el sobrepeso de la población colombiana que, según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional, ENSIN 2010, en el país el 51.2% de los adultos y el 17% de los menores de edad presentan obesidad y sobrepeso. Además, señala la encuesta que el 40% de los hombres y el 62% de las mujeres presentan obesidad abdominal. Y mostró que la tendencia de aumento de peso se ha acentuado en los últimos cinco años en toda la población, con mayor intensidad en las mujeres, quienes son vulnerables a la malnutrición a causa de sus altos requerimientos nutricionales durante el embarazo y la lactancia.

Este contexto, más un sistema de salud debilitado que todavía no logra hacer frente a los malos hábitos de vida, son las razones que promueven la idea de gravar con impuestos las bebidas azucaradas en Colombia.

Una iniciativa universal

Para todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud, OMS, apoya la idea de sumar impuestos a estas bebidas y asegura que “el gravamen ha demostrado ser una estrategia efectiva para bajar la demanda de sustancias potencialmente lesivas, como ha ocurrido con el cigarrillo y algunos licores”.

Sin embargo, retomando el contexto colombiano, además del elevado consumo de bebidas azucaradas, Educar consumidores (una organización de la sociedad civil dedicada a investigar y divulgar los temas del consumo que afectan la salud humana y ambiental) advierte que el panorama en el país también se debe a la baja ingesta diario de alimentos saludables como verduras que es del 33% en colombianos de 8 a 50 años, el alto consumo semanal de comidas rápidas, que constituye el 34.2% en jóvenes de 14 a 18 años y el consumo semanal de bebidas azucaradas BBAA (gaseosas, refrescos de fruta y néctares industrializados) que es de 52-55% en niños y jóvenes de 5 a 18 años.

Y aunque el panorama no es muy alentador, llama especialmente la atención que, 1 de cada 5 colombianos consume bebidas azucaradas diariamente y de esos, 1 de cada 3 lo hacen 2 o más veces en el día.

Lo que la industria no dice

Como si fuera poco, la desinformación sobre las consecuencias de este tipo de excesos es la constante, pero ¿saben ustedes verdaderamente qué ocurre? Aquí les dejamos algunos datos:

-El consumo de BBAA aumenta en un 15% a 26% las posibilidades de sufrir diabetes.

-En la niñez se encontró que, a mayor consumo de BBAA mayores niveles de triglicéridos.

-El consumo habitual de BBAA está asociado con aumento de la grasa visceral y el aumento de posibilidades de sufrir obesidad abdominal.

-Eleva el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico hemorrágico causado por la acción de la fructosa.

-Aumenta la presión arterial y el nivel de ácido úrico en sangre.

-El alto contenido de azúcares como sacarosa, jarabes de glucosa, jarabe de maíz de alta fructosa, entre otros ampliamente utilizados en la industria de BBAA, aumenta el colesterol, la glicemia, la respuesta inflamatoria, la tensión arterial y la enfermedad coronaria.

-El exceso de fructosa provoca hígado graso y grasa visceral.

-El colorante caramelo encontrado en algunas bebidas colas puede ser un factor que actuaría promoviendo la resistencia a la insulina.

Así las cosas, ¿sabes qué es lo que te estás tomando? No más para que te hagas una idea, solo piensa que en una botella de gaseosa de 330 mililitros hay cerca de 35 gramos de azúcar, es decir, 6 a 7 cucharaditas de azúcar, que aportan alrededor de 135 calorías. No esperes a que el costo de las bebidas suba, elimínalas por completo de tu dieta. Es tiempo de cuidar tu salud.

Para conocer más de este y otros temas consulta de manera gratuita y anónima en 1DOC3

Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

Contenido Relacionado