Claves para cuidar el sueño de tu bebé

En muchas madres y padres primerizos existe un temor recurrente: la muerte súbita de sus bebés mientras duermen, por esa razón, la Academia Americana de Pediatría, AAP, promueve la atención piel con piel para los recién nacidos y bebés, y, además, sugiere las cunas colecho, es decir, aquellas que están diseñadas para unirse a la cama de los padres.

¿Bocarriba? ¿Bocabajo? ¿De lado? Esa es la primera duda a la que muchos se enfrentan, pues no hay claridad respecto a cuál es la mejor posición para que los más pequeños duerman y así, se disminuya el riesgo de síndrome de la muerte súbita del lactante, SMSL. Señalan expertos de la Academia que hasta el primer año de vida, los bebés deben dormir bocarriba, nunca bocabajo ni de lado, esta última posición permite que ellos puedan voltearse más fácilmente. “Algunos padres se preocupan de que los bebés se puedan asfixiar o atragantar bocarriba, pero la anatomía de sus vías respiratorias y su reflejo nauseoso evitan que esto suceda. Incluso, los bebés con reflujo gastroesofágico deben dormir bocarriba”, advierte la Academia Americana de Pediatría.

Otra medida importante mientras los más pequeños duermen es no dejar cerca mantas, cobijas, almohadas o peluches que puedan bloquearles el paso del aire. Igualmente, nunca se recomienda dejarlos durmiendo en coches, columpios o cabestrillos, siempre deben hacerlo sobre una superficie firme que no se hunda cuando el bebé esté en ella.

¿Compartir la cama o la habitación?

De este tema mucho se ha dicho, sin embargo, dada la atención que los bebés requieren, por lo menos, hasta el primer año de vida, expertos de la AAP señalan que compartir la habitación reduce hasta en un 50% el riesgo de muerte súbita, lo que hace más segura esta práctica que el hecho de compartir la cama. Además, al estar en el mismo espacio para los padres será mucho más fácil alimentar, tranquilizar y cuidar al bebé. Si bien los expertos sugieren no compartir la cama con los bebés bajo ninguna circunstancia, mucho menos debe hacerse si existe alguna de estas condiciones:

• El bebé es menor de 4 meses de edad.
• El bebé es prematuro o nació con bajo peso corporal.
• Quienes duermen en la cama son fumadores.
• La mamá fumó durante la gestación.
• Los padres o quienes duermen en la cama han tomado medicamentos que dificulten el despertarse o han bebido alcohol.

Hasta hace unos años era tradición envolver a los bebés mientras dormían, aunque hoy esta práctica también puede utilizarse es importante que los padres se aseguren de que el niño esté bocarriba mientras esté envuelto. Sugiere la AAP no envolver al bebé de manera muy apretada o que dificulte que él respire o mueva sus caderas. Cuando veas que está tratando de voltearse, debes dejar de envolverlo en mantas.

Finalmente, se sugiere darle un chupón durante en la siesta o en la noche, así se puede reducir el riesgo de muerte súbita. Cuando se sale de la boca después de que se duerme no es necesario ponérselo otra vez.

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