¿Sabes si tu consumo de proteínas es el adecuado?

De hacer dietas bastante se ha dicho, incluso, muchas de ellas están a tan solo un clic. Algunas muy bajas en carbohidratos, grasas y hasta proteínas. El bajo consumo de estas últimas pone en riesgo la salud de quienes las practican, por eso, acá te invitamos a que revises qué es lo que estás llevando a la mesa.

Poca energía, pérdida de pelo, aparición de arrugas, piel reseca, estas son algunas de las señales que pueden indicarte que tu alimentación no es la más adecuada. El afán por lograr un cuerpo perfecto ha llevado a muchos a hacer lo inimaginable, algunos incluso, han comenzado a sacrificar el consumo de proteínas o, por lo menos, lo han disminuido, lo que se convierte en un error grande, pues está claro que los tejidos blandos como cartílagos y ligamentos, los músculos, la piel, el pelo y las uñas están compuestos de proteína. Incluso, estos nutrientes aportan energía, ayudan en la reparación de tejidos, oxigenación del organismo y fortalece el sistema inmunológico. Así que suficiente responsabilidad tienen como para eliminarlas o disminuirlas de la dieta, aunque hay que saber además que en exceso también puede tener consecuencias.

Así las cosas, cuando hay escasez de proteína en la dieta, estas son las primeras señales que te indicarán que debes modificar tu ingesta diaria de estos nutrientes.

1. Cansancio. La fatiga excesiva y frecuente es, según los expertos, la primera manifestación de la falta de proteínas. Si bien existe un mínimo necesario en el consumo de los alimentos que las contienen, por lo general, se sugiere comer de 0.7 a 0.8 gramos de proteína por kilo de peso, sin embargo, para definir la medida exacta es recomendable acudir a un nutricionista, pues el consumo de proteínas también depende de la actividad física y la etapa de la vida de la persona.
2. Pérdida de músculo. Actividades que antes podías hacer sin esfuerzo, con la ausencia de proteínas pueden resultar más difíciles de hacer. Incluso, puede haber calambres musculares frecuentes, pues se sabe que el consumo de estos nutrientes tiene alto contenido de aminoácidos que ayudan a prevenir la pérdida de masa muscular. Esto último, resulta un asunto importante, sobre todo, en las personas de edad avanzada que tienden a perder masa muscular a medida que avanzan en edad.
3. Caída y debilidad del pelo. Es bien sabido que las proteínas conservan el pelo sano y favorecen el crecimiento. Algo similar se presenta con las uñas y la piel, dado que ambos necesitan de las proteínas para regenerarse. La piel está formada por tres tipos de proteínas: el colágeno, la elastina y la keratina. "Niveles bajos de esta proteína causan arrugas y debilitamiento de la piel", señala la Clínica Cleaveland de Estados Unidos en su sitio web.
4. Mayor presencia de enfermedades. Poco se habla de la importancia de las proteínas en el fortalecimiento del sistema inmunológico, de hecho, esa es una de las principales funciones de la ingesta de estos nutrientes en el cuerpo. Así las cosas, tener un déficit de proteínas eleva el riesgo de contraer infecciones y resfriados.
5. Flatulencias y estreñimiento. La ausencia de proteínas también se asocia a alteraciones en el sistema digestivo, dado que para una adecuada digestión los aminoácidos son fundamentales y el consumo de ellos depende de la cantidad de proteínas que ingresen al cuerpo.

Finalmente, el consumo de proteínas siempre ha estado ligado a la ingesta de alimentos de origen animal como carne, leche, queso, pescado, huevos, sin embargo, también es importante saber que están contenidos en otros como lentejas, soya, garbanzos, almendras, maní, quinua, atún, entre otros.

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