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Autoexamen, vital para detectar a tiempo alteraciones en la tiroides

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La autoexploración no solo es asunto preventivo en el cáncer de mama, la palpación periódica del cuello también permite identificar a tiempo anomalías en la glándula tiroidea.

Respecto a muchas alteraciones siempre se ha dicho que parte de la solución está en las manos y, literalmente, en las manos pues con solo tocar y explorar el propio cuerpo es posible hallar complicaciones que nadie más encontraría. Ese es el caso del cáncer de tiroides que con solo tocar periódicamente el cuello el pronóstico de la enfermedad resulta más esperanzador, gracias a que el tratamiento llega a tiempo para el paciente.

Pero ¿qué es la tiroides? Gran parte de las funciones de nuestro organismo se encuentran reguladas por una glándula que no supera los 20 gramos, tiene forma de mariposa y se encuentra ubicada en la base del cuello, llamada tiroides, encargada entre otras, del metabolismo y, por tanto, del ritmo al que el cuerpo quema calorías para producir energía, por lo que esta glándula influye en casi todas las células mediante la producción, almacenamiento y liberación de dos hormonas: tiroxina y triyodotironina.

“Las hormonas tiroideas influyen en casi todas las células, tejidos y órganos, afectan la frecuencia cardíaca, el nivel de colesterol, el peso corporal, el nivel de energía, la fuerza muscular, las condiciones de la piel, el ritmo intestinal, la función reproductiva, la regularidad menstrual, la memoria y muchas otras funciones más”, afirma la oncóloga María Gladys Giraldo.

El signo principal del cáncer de tiroides es la aparición de un bulto (nódulo) en el cuello, que en ocasiones se puede notar al mirarse en un espejo. Sin embargo, el diagnóstico definitivo se obtiene a través de una biopsia de dicho nódulo o después de que éste es removido mediante una cirugía. Sólo 1 de cada 10 resulta ser un cáncer de tiroides y en la mayoría de situaciones se hace la remoción de la masa.

“Contar con hábitos de vida saludable como hacer ejercicio a diario, tener rutinas de alimentación acordes al proceso metabólico de cada individuo y reducir cualquier tipo de excesos es vital para prevenir cualquier enfermedad, sin embargo, para el caso del cáncer de tiroides es necesario incentivar el autoexamen de palpación de cuello, el cual no toma más de diez minutos y evalúa que no existan protuberancias, inflamaciones anormales o dolores asociados que puedan ser indicio de esta enfermedad”, explica Héctor Posso, oncólogo.

A medida que se desarrolla el tumor los síntomas pueden ser:

  • Bulto en la región anterior del cuello
  • Cambios en la voz o ronquera
  • Adenopatías (Ganglios linfáticos hinchados)
  • Dificultad para respirar o tragar
  • Dolor recurrente o persistente en la garganta o el cuello

Aunque en muchas ocasiones estos síntomas están asociados a otro tipo de enfermedades benignas, es recomendable acudir a un especialista cuando aparecen.

 

Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

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