Artículo

¿Sabes cómo disminuir el riesgo de lesiones en el deporte?

Medicina General 1649 veces leída

Los movimientos bruscos y la ausencia de calentamiento a la hora de hacer actividad física son algunas de las causas más frecuentes de lesiones. Si bien el cuerpo está diseñado para el movimiento, es importante que se realice de forma adecuada para evitar que los tejidos se resientan por debilidad.

En términos de lesiones deportivas existen dos grandes grupos: las de contacto y las de origen cardiovascular. Las primeras son más frecuentes y también las más leves, se asocian al contacto, la fuerza y al trauma propio del deporte.

Las segundas son las lesiones cardiovasculares, las cuales son menos frecuentes, pero de mayor cuidado, ya que están relacionadas con el esfuerzo que hace el corazón durante la práctica deportiva. En este tipo de lesión está el infarto de miocardio e incluso la muerte súbita.

“La mejor manera de evitar una lesión es buscar asesoría médica antes de iniciar un programa de actividad física para que la práctica deportiva proporcione todos los beneficios esperados. No hay que ser un deportista de alto rendimiento para sufrir una lesión, muchas veces la persona sedentaria que comienza una actividad también está expuesta a este tipo de incidentes”,  asegura Andrés Hernández, médico deportólogo. 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que para prevenir una lesión no solo se necesita un correcto diagnóstico y un tratamiento adecuado, sino también una prevención que contribuya a una sensación de bienestar y a una mejor calidad de vida derivados de la práctica deportiva.

Si apenas estás empezando a hacer actividad física, aquí cinco recomendaciones para disminuir el riesgo de tener una lesión:

1. Comienza tu rutina con un calentamiento previo. Al iniciar la sesión de ejercicio es indispensable hacer calentamiento muscular, ya que el movimiento incrementa la producción de energía. Esto hace que aumente la temperatura de los músculos, mejore la coordinación y disminuya la probabilidad de lesiones.

2. Hidrátate bien durante la rutina. Es importante beber líquidos que contengan sales minerales y carbohidratos, pero no aquellas que tengan sustancias estimulantes, ya que disminuyen la sensación de fatiga que sirve como defensa del organismo para evitar lesiones.

3.  Cuidado con los excesos. Hay que tener en cuenta que el ejercicio regular preserva la fortaleza de los tejidos y retrasa la degeneración propia del paso de los años, así como también es la mejor forma de prevenir enfermedades crónicas no transmisibles y de mejorar el estado de ánimo, pero hay que adaptarlo a las condiciones individuales y seguir las reglas del entrenamiento para que sea una práctica sana y saludable.

4. Nunca olvides los estiramientos. Después de entrar en calor se aconseja seguir con un ejercicio aeróbico de baja intensidad y estiramientos musculares sostenidos por 15 a 20 segundos. Se realiza bien este proceso de recuperación cuando no hay dolor al practicarlo. La última fase del calentamiento está dirigida al trabajo técnico propio del deporte. 

5. En caso de presentar dolor, guarda reposo y consulta a tu médico. Ante cualquier molestia hay que suspender el ejercicio y tener al menos 48 horas de reposo. En ese lapso se pueden utilizar medios físicos como frío y calor para disminuir la inflamación y  consultar con tu médico de confianza para determinar la severidad de la lesión y el tiempo que hay que esperar para retomar el entrenamiento.

Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

Contenido Relacionado