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Pregorexia, ese miedo a engordar en el embarazo

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En esta época cuando la obsesión por tener un cuerpo armonioso atraviesa todas las etapas de la vida, ni siquiera el embarazo se escapa y existe la posibilidad de desarrollar trastornos alimenticios.

¿Cuántos kilos puedo aumentar? ¿Debo comer por dos? Con frecuencia, estas son preguntas que se hacen las mujeres en periodo de embarazo y aunque para algunas el cambio y los kilos de más son asunto pasajero, hay quienes definitivamente se niegan a aceptarlo y desarrollan pregorexia. Un trastorno también conocido como anorexia nerviosa que lleva a las futuras madres a restringir la cantidad de comida y a realizar ejercicio físico en exceso.

Si bien este trastorno aún no está contemplado dentro del Manual de Trastornos Mentales y no está en el radar de algunos especialistas, sí se sabe que padecerlo implica grandes riesgos para la madre y, sobre todo, para el bebé, pues entre las consecuencias principales se cuentan retraso mental, parálisis cerebral del bebé y muerte intrauterina.

La experta española Fulvia Mancini señaló a Europa Press que cerca del “30%
de las gestantes no aumenta de peso de forma correcta. Esto no significa que sufran pregorexia, aunque, estudios realizados en el Reino Unido, apuntan a que un 7.6% de las mujeres embarazadas a las que se estudió tenía síntomas compatibles con trastornos de la conducta alimentaria y el 23.4% por ciento estaba muy preocupada por su peso y su figura”.

Las consecuencias

Son de doble efecto, pues afectan a la madre y al feto. De acuerdo con el Instituto Baby Center la mamá puede desarrollar complicaciones como desnutrición, falta de calcio en los huesos, anemia, alteraciones hormonales, baja producción de leche materna, piel seca y hasta pérdida excesiva del cabello. Agrega además, que “la mayoría de estos problemas pueden ser reversibles una vez que la madre dé a luz, si existe la ayuda psicológica y psiquiátrica necesaria. Lo más preocupante son los problemas que se pueden presentar en el bebé. Si la madre padece pregorexia durante el primer trimestre del embarazo, puede haber defectos en la formación del sistema nervioso del bebé y malformaciones”.

Si el desorden se presenta durante el segundo y tercer trimestre de gestación, las consecuencias pueden ser: disminución del líquido amniótico, retraso del crecimiento intrauterino, parálisis cerebral, desnutrición, problemas cardiovasculares y digestivos o defectos del desarrollo de los huesos.

Los expertos advierten que investigaciones recientes demuestran que los hijos de madres con este trastorno, a medida que crecen, tienen más predisposición a tener un nivel intelectual más bajo, complicaciones físicas o emocionales.

¿Cómo identificar la pregorexia?

En esta etapa, el papel de la familia es fundamental, porque como ocurre en trastornos similares, el paciente no reconoce sus síntomas. Así las cosas, se debe sospechar si la futura madre reduce la ingesta de alimentos, rechaza su cuerpo y el hecho de estar embarazada, está obsesionada con sus kilos, lo que la lleva a tener bajo peso durante la gestación y a excederse con el ejercicio.

Amigos y familiares de mujeres con este trastorno deben estar atentos, pues los primeros tres meses del embarazo, las señales de pregorexia pueden confundirse con consecuencias propias de la gestación como las náuseas y vómitos.

En definitiva, para contrarrestar esa inmensa preocupación por ganar peso es importante tener en cuenta que para una mujer con peso normal el incremento puede estar entre los 11 y 16 kilos. Para aquellas que ya sufren obesidad de 5 a 9 kilos.

Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

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