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Este síndrome es tres veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. Algunas enfermedades de base y trabajos repetitivos están entre las razones que lo provocan.
De noche, al comenzar el día o incluso, mientras estás trabajando en tu oficina, esa sensación de hormigueo, entumecimiento en la mano y la muñeca aparecen limitando tus funciones o haciéndote detener por un momento. Aunque para muchos estas manifestaciones pasan desapercibidas, ignorarlas puede llevar a una progresión severa, incluso pérdida de fuerza o movilidad. ¿La razón? El síndrome del túnel carpiano comienza a manifestarse de esa manera llegando, en algunos casos, a requerir cirugía, “esta condición se caracteriza por dolor a nivel de la muñeca, es un proceso progresivo. Inicialmente no hay síntomas localizados, puede ser una sensación de calambre, electricidad a nivel de la mano o la muñeca y va aumentando hasta el déficit total del movimiento”, explica Mauricio Salinas, médico del Grupo EMI.
Y es que el túnel carpiano de acuerdo con lo que explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es un paso estrecho de ligamentos y huesos en la base de la mano que contiene nervios y tendones. Algunas veces, el engrosamiento de los tendones irritados u otras estructuras hinchadas estrechan el túnel y causan compresión de los nervios.
Con frecuencia esta situación se presenta en personas que deben hacer movimientos de muñeca repetitivos, que usan el teclado la mayor parte del tiempo y en los profesores ha sido un asunto común debido al uso de tableros. Incluso, las personas dedicadas a las labores de aseo e higiene son también candidatos al desarrollo de esta condición, que puede tardar meses o años en aparecer. Señalan los expertos, que otros factores predisponentes son las enfermedades degenerativas osteoarticulares como la artrosis, la artritis reumatoide y problemas del tejido blando.
Los síntomas, por lo general, aparecen al iniciar la actividad diaria. “Comienza con sensación de disminución de la fuerza a nivel de la mano, calambre o electricidad al momento de manipular elementos y, definitivamente, va progresando hasta casos severos donde no hay movilidad de la mano, no hay fuerza o no pueden ni siquiera tomar un lapicero porque no son capaces”, advierte Salinas.
Por esa razón, para evitar la aparición o desarrollo temprano del síndrome, la terapia ocupacional y los ejercicios de calentamiento antes de comenzar la actividad laboral resultan efectivos. Se recomienda entonces, mover las manos en todos los sentidos: arriba, abajo, a los lados y movimientos de rotación. “Si la enfermedad ya está establecida, el calor húmedo, lo que conocemos como paños de agua, ayuda a controlar la molestia. Sin embargo, si el paciente no mejora con la terapia ocupacional ni antiinflamatoria es necesario llevarlo a cirugía para liberar el túnel y disminuir los síntomas. Hay que aclarar, además, que quien se realiza la cirugía tiene un porcentaje mayor de desarrollar de nuevo la enfermedad y tener los mismos síntomas”, agrega Salinas.
La detección y tratamiento tempranos son importantes para prevenir el daño permanente a los nervios. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos explica que la manera de diagnosticar este síndrome es a través de un examen físico y exámenes específicos de los nervios. El tratamiento incluye reposo de las manos, uso de férulas y medicinas para el dolor.