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Inflamación, enrojecimiento, ardor, descamación y aparición de ampollas en la zona afectada son algunas de las manifestaciones de esta condición.
La creación de un ambiente húmedo por causa del uso de los pañales, sumado a los desechos orgánicos que no se retiran con rapidez de la ‘colita’ de los más pequeños, forman el ambiente propicio para el desarrollo de esta condición que sufren la mayoría de los bebés, generando, en ocasiones, quemaduras, irritación e infección en la zona afectada.
Cuando el enrojecimiento y la descamación persisten por más de 72 horas y se acompañan de ampollas o pequeños puntos rojos es porque hay una infección con hongos, lo que causa prurito (picazón) y sangrado. En este caso, la recomendación es llevar al bebé al médico para iniciar un tratamiento específico.
“La piel de un bebé es suave y delicada, por esta razón el aseo de toda esta zona es fundamental para evitar la aparición de la pañalitis. Es importante que, al retirar el pañal, se limpien los pliegues de las piernas, para tener un completo aseo del área”, aseguró Paola Turbay, dermatóloga pediatra.
Para evitar la aparición de pañalitis en tu hijo, aquí algunas recomendaciones de utilidad: