Artículo

4 cosas que debes saber sobre la falta de deseo sexual

Sexología 2614 veces leída

Deseo sexual

En lugar de preocuparse, es necesario saber que para tratar esta condición existen múltiples alternativas. Acudir a tiempo al especialista es la recomendación.

Más frecuente en mujeres que en hombres, la falta de apetito sexual o el trastorno de deseo sexual hipoactivo, TDSH, es una condición que afecta a todas las edades. Además de consultar con el médico, hablar con la pareja es una recomendación de la Academia Americana de Médicos de Familia, pues alteraciones físicas y emocionales se cuentan entre las causas de pérdida de deseo sexual. En hombres y mujeres las alternativas de tratamiento para solucionar esta condición son amplias y abarcan desde medicamentos hasta psicoterapias, así que no hay por qué avergonzarse, muchas personas en el mundo presentan alteraciones del deseo sexual. Se sabe que hasta el 70% de las parejas tienen un problema en las relaciones sexuales, en algún momento de su relación y eso no necesariamente significa presencia un problema sexual.

  1. Razones por las que se pierde el apetito sexual.

    El urólogo sexólogo, Juan Fernando Uribe Arcila, explica que la pérdida de deseo sexual se da por motivos que alteran el bienestar o afectan el equilibrio hormonal. Entre las más comunes el experto señala la baja en testosterona y estrógenos, alteración de las hormonas tiroideas, el uso de antidepresivos y la depresión, el uso de sedantes, de marihuana, los cambios de trabajo, de rol, de vivienda y el embarazo. Al respecto, agrega la Sociedad Norteamericana de la Menopausia que una vez la mujer cesa de menstruar, también hay probabilidad de pérdida o disminución del deseo sexual. “Los índices más altos de angustia sobre el nivel bajo de deseo sexual son reportados por las mujeres que comenzaron bruscamente la menopausia, debido a la extirpación de ambos ovarios. Sin embargo, dentro de todo, los factores relacionales son probablemente los factores de riesgo más importantes, aún más importantes que la edad o el estado de menopausia. Los problemas con la pareja, a veces hasta los más sutiles, pueden causar un gran enfriamiento o total apagamiento”.

  2. La falta de interés en tener relaciones sexuales no es la única señal.

    Como lo explica la Organización Mundial de la Salud, OMS, la sexualidad humana abarca tanto las relaciones sexuales (el coito), como el erotismo, la intimidad y el placer. La sexualidad es experimentada y expresada a través de pensamientos, acciones, deseos y fantasías. Por esa razón, hablar de pérdida de deseo sexual no se reduce solo a la ausencia de relaciones sexuales, otras señales que hablan de la presencia de esta condición pueden ser alteraciones en el funcionamiento sexual, “problemas de erección en los hombres, lubricación, erección de pezones en ellas, son algunos”, señala Uribe.

  3. Los hombres tienen el deseo sexual más desarrollado.

    Lo que explica que esto suceda es cuestión de hormonas. La testosterona es el mayor motor del deseo y en los hombres es de 10 a 20 veces mayor. Eso, incluso, explica por qué ellos se excitan más espontáneamente y tienen muchas más fantasías sexuales que las mujeres. Investigadores de la Universidad de Chicago, que han estudiado por años los patrones sexuales masculinos, confirmaron que la mayoría de los hombres adultos menores de 60 años piensan al menos una vez al día en el sexo. Mientras que solo una cuarta parte de las mujeres reportan esta frecuencia.

  4. Tratamiento para la pérdida de deseo sexual.

    De acuerdo con el urólogo sexólogo, existen tres tipos de intervenciones para mejorar el deseo sexual:

    • Hormonales: para corregir la testosterona y la prolactina.
    • Empíricas: con el uso de los llamados afrodisiacos. Los más conocidos son la Yohimbina, Horny Goat Weet, Gingseng.  Aunque hay otros más.
    • Psicoterapéuticas: a veces la mejor manera de desatascar el instinto sexual es una consulta para mejorar la técnica o las relaciones.

    Por su parte, la Academia Americana de Médicos de Familia también sugiere practicar ejercicios de enfoque sensorial, “en los que un integrante de la pareja hace masajes, mientras que el otro dice qué cosas le gustan y pide cambios, por ejemplo: más suave, más rápido, etc. Tener fantasías puede aumentar el deseo. Apretar bien los músculos de la vagina (ejercicios de Kegel) y, luego, relajarlos también puede aumentar la excitación. Prueba con actividades sexuales distintas de la relación sexual, como masajes, sexo oral o masturbación”.

Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

Contenido Relacionado