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Más atención a los bebés prematuros para disminuir su muerte

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Cuidados del bebé prematuro

Este tipo de pacientes requieren de un cuidado especial, pues más de un millón de ellos mueren después del nacimiento.

Un bebé prematuro es aquel que nace antes de tiempo, eso es obvio, dirán muchos. Sin embargo, lo que pocos saben que es para ser prematuro es necesario haber nacido antes de las 37 semanas de gestación, pues un parto habitualmente debe darse de ahí hasta la semana 40. En ese lapso es cuando el bebé ‘decide’ llegar al mundo.

Advierte la Organización Mundial de la Salud, OMS, que cada año 15 millones de bebés nacen prematuros en el mundo, más de 1 millón muere después del nacimiento y otros sufren algún tipo de discapacidad física, neurológica y educativa. “Tres cuartas partes de esas muertes podrían evitarse con intervenciones actuales, eficaces y poco onerosas, incluso sin necesidad de recurrir a servicios de cuidados intensivos”, señala el organismo de salud.

Si bien la prematuridad ocurre siempre antes de las 37 semanas de gestación, hay que decir que respecto a estos nacimientos hay varias categorías:

  • Prematuros extremos: menor de 28 semanas.
  • Muy prematuros: de 28 a menos de 32 semanas.
  • Prematuros moderados a tardío: de 32 a menos de 37 semanas.

Entre las causas más frecuentes del parto prematuro se cuentan los embarazos múltiples, las infecciones y las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión. Sin embargo, existen casos en los que no se identifica la causa o hay una influencia genética.

Cuidados del bebé prematuro

Estos niños tienen más riesgo de morir en sus primeros años de vida, sin embargo, especialistas en el cuidado a los recién nacidos han diseñado programas integrales de seguimiento que permiten disminuir los índices de mortalidad en el mundo. Uno de ellos es el Programa Madre Canguro, un sistema de cuidados basado en el contacto piel a piel con el bebé, que busca disminuir infecciones, beneficiando el crecimiento de los niños y haciendo que su evolución sea más favorable.

Explica el pediatra neonatólogo José María Solano, que en los bebés pretérmino las condiciones que con más frecuencia afectan su salud son la retinopatía de la prematurez, los desórdenes de conducta y las infecciones respiratorias agudas. De estas últimas, la bronquiolitis es una de las principales causas de hospitalización y se caracteriza por generar inflamación aguda en las vías aéreas inferiores (bronquiolos). Esta patología es considerada como una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, se estima que cada año se presentan 4 millones de muertes a causa de infecciones respiratorias agudas, afectando principalmente a los menores de 5 años.

“El virus sincitial respiratorio es el causante del 45% al 50% de bronquiolitis en niños hospitalizados. La bronquiolitis produce dificultad respiratoria en los bebés prematuros y el contagio se produce a través de la mucosidad o la saliva de una persona infectada que, a su vez, se propaga fácilmente en las guarderías y en las salas de los hospitales o centros sanitarios”, indica Clara Galvis, subdirectora del Hospital Militar.

Por su parte, la retinopatía de la prematurez representa la primera causa de ceguera en bebés pretérmino, seguida con menos de la mitad del número de casos de glaucoma y cataratas. Esto se debe a que en algunos casos los ojos de los neonatos no se desarrollan de manera apropiada y los vasos sanguíneos dejan de crecer o crecen de manera anormal desde la retina hacia la parte superior del ojo, lo cual produce derrames y sangrado.

Así las cosas, la OMS manifiesta que más de tres cuartas partes de los bebés prematuros pueden salvarse con una atención sencilla que consiste en “ofrecer una serie de servicios sanitarios esenciales durante el parto y el periodo postnatal, para todas las madres y todos los lactantes, administrar inyecciones de esteroides prenatales (a las embarazadas que corren riesgo de parto prematuro, para fortalecer los pulmones del bebé); aplicar la técnica de la “madre canguro” (la madre sostiene al bebé desnudo en contacto directo con su piel y lo amamanta con frecuencia); y administrar antibióticos para tratar las infecciones del recién nacido”.

Natalia Ospina Vélez
Natalia Ospina Vélez https://www.1doc3.com

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